Santa Rosa de Calchines

Santa Rosa de Calchines tiene sus orígenes en la antigua reducción franciscana de San Miguel de los Calchines, fundada en 1616. Aunque con el tiempo esa reducción desapareció, dejó una huella profunda en la región.

En 1834, el gobernador Estanislao López trasladó a los mocovíes desde San Javier al sitio original de la reducción, confiando su atención a los franciscanos del Colegio de San Carlos. En 1856, el padre Zattoni, al ver el crecimiento de la comunidad, impulsó la idea de fundar un pueblo y construir un templo, pero cambios políticos frustraron el proyecto.

En 1861, tras varios traslados forzosos, un grupo de indígenas decidió quedarse definitivamente en el lugar, dando origen a la Reducción de Calchines. Ese mismo año, el padre Fray Antonio Rossi inició la construcción del templo, inaugurado en 1863, lo que marcó un fuerte impulso para el crecimiento del pueblo.

Las celebraciones religiosas, como las fiestas de San Antonio (13 de junio) y Santa Rosa (30 de agosto), siguen siendo parte fundamental de la identidad local, con tradiciones que se mantienen vivas desde aquellos primeros tiempos.

A mediados de 1861, el gobernador Pascual Rosas formalizó el asentamiento, se adquirió un terreno con puerto sobre el arroyo Calchines y se trazaron los planos del nuevo pueblo. Aunque no hay una fecha oficial de fundación, se considera el 29 de abril de 1861 como el nacimiento de Santa Rosa de Calchines, cuando se aprobaron oficialmente esos planos.